Capilla de Lourdes: la reliquia religiosa que renace en Santa María
De estilo gótico y construida en el año 1934, la capilla es refaccionada para convertirse en “un santuario para orar por la sanación física y espiritual” de los creyentes. La historia de una construcción bellísima en Santiago del Estero.
La comunidad de Santa María, del departamento Capital de Santiago del Estero, vive un momento especial. Desde hace varios meses, la hermosa capilla de Lourdes, ubicada a la vera de la Ruta Nacional 9, es refaccionada para convertirse en el santuario que algún día fue tras su construcción en el año 1934.
La historia de la capilla de Lourdes en Santa María es atrapante. Los pobladores del lugar recuerdan que la obra fue posible gracias a un francés llamado Octavio Latapie, quien vivió en Santiago y en el año 1934 tuvo la iniciativa de construir el templo. Para llevar adelante su proyecto, Latapié se contactó con Remo Stafollani, un reconocido arquitecto de la época que trabajó en cada uno de los detalles del imponente templo.
El desafío para Stafollani no era menor. La idea era construir una réplica de la capilla que Nuestra Señora de Lourdes tiene en Francia.
Bernardita Soubirous y la historia de la Virgen de Lourdes
Para entender la historia de Nuestra Señora de Lourdes, es importante regresar al año 1858. Según los relatos, la Virgen María sorprendió a Bernardita Soubirous, una niña de 14 años que había llegado junto a una hermana y una amiga a orillas del río Gave, en Lourdes, Francia, a recoger leña.
Por su problema de asma, Bernardita no podía cruzar el río, por lo que quedó en la orilla mientras su hermana y su amiga cruzaron para juntar leña. Mientras esperaba a sus compañeras, a Bernardita se le apareció una mujer con un vestido y un velo blanco. Era la Virgen María, con quien se puso a rezar el Rosario.
Durante cinco meses, y en 18 ocasiones, la aparición de la Virgen se repitió, pero solo frente a Bernardita. La fe y las ganas de ver a la Virgen llevaron a miles y miles de personas a la gruta construida a orillas del río Gave, aunque Bernardita era la única que podía verla.
El primer milagro de Nuestra Señora de Lourdes se produjo el 1 de marzo de 1858, cuando una mujer, llamada Catalina Latapie, introdujo su brazo dislocado en el agua de la gruta. De inmediato, el brazo y la mano recuperaron su movilidad.
Latapie, un apellido clave en la construcción de la capilla
La mujer que recibió el primer milagro de la Virgen de Lourdes tiene el mismo apellido que don Octavio Latapie, el francés que era dueño de 7750 hectáreas en la localidad de Santa María y que donó varios terrenos para construir, entre otras cosas, la imponente capilla en tierras santiagueñas.
“El dueño se llamaba Octavio Latapie. Él quería hacer la capilla”, dijo a DiarioPanorama.com Mario Gómez, un poblador de Santa María que cuenta en detalle la historia de don Octavio en Santa María.
El hombre recuerda el corazón generoso de Latapie y la donación de importantes terrenos para construir, además de la capilla, una cancha de fútbol y una represa pública. “Contrató al arquitecto Remo Stafollani y las imágenes las trajeron de Francia en cajas bien embaladas”, relató Mario, quien también dijo que el templo del lugar solía estar lleno de gente.
Sobre la refacción que actualmente se realiza en el templo, con aportes del Gobierno provincial y la idea de que el lugar forme parte del llamado Corredor de Turismo Religioso del Camino Real, Gómez dijo que todos los habitantes de Santa María están muy ansiosos y con ganas de recibir a los miles de creyentes que día a día llegarán a orar.
La construcción de una gruta
Por su parte, el padre Mario Tenti, sacerdote de la capilla de Lourdes, reconoció que los trabajos de recuperación del lugar eran muy esperados por los habitantes de Santa María. “Era un gran anhelo de Santa María, y de todos los devotos que tiene la virgen en la advocación de Nuestra Señora de Lourdes, que algún día la capilla se refaccione en su totalidad”.
“Estamos construyendo una gruta. La idea es hacer un simbolismo y tendrá una piedra y un goteo de agua para que todos los peregrinos que pasen por la gruta puedan entrar”, detalló el religioso.
Los trabajos en el interior y exterior del templo se llevan adelante en este momento y la habilitación de los mismos están pensadas para los últimos días del mes de noviembre próximo. “Esta obra es de todos y es una alegría muy grande acompañarla, pues no es solo material, sino espiritual. Queremos recuperar este santuario para que los enfermos puedan orar a Dios, a través de Nuestra Señora de Lourdes”, sentenció Tenti.